Como está de moda el periodismo subjetivo(?), voy a empezar este post comentándoles a vosotros, venerables lectores, la paja inmensa que me da cuando tengo que escribir una reseña (Oh! La trastienda de Mamushka!). Para Lele seguramente es más fácil, porque no distingue mayúsculas y minúsculas (pasa que es medio disléxico)...
Como sea, vieron esas reseñas en las que cuando una banda argentina está muy buena tienen la genialidad de poner que parece que no fueran de acá? Lamentablemente tengo que caer en este lugar híper común para referirme al nuevo lanzamiento exclusivo(?) de Mamushka Dogs, el tercero en este camino paralelo de muestrario independiente, y el primero de ellos en formato de larga duración.
Y es que —sin intenciones de inflar— Final Feliz no se parece a nada que se haga acá. Son absolutamente eclécticos, a veces desprolijos, caóticos, pero a la vez de una consistencia musical que asombra. Acusan influencias de los omnipresentes Velvet Underground, el nuevo difunto Syd Barrett, The Birthday Party, Pachuco Cadáver (!) y Joy Division (atención al sobresaliente e iancurtisiano vocalista); cuentan con una trayectoria de cuatro años, durante los que editaron dos discos: Final Feliz, de 2002, y en 2005 Todos los niños van al cielo, trabajo que hoy les presentamos para vuestro deleite, con el tema inédito "Sheffield" como bonus track.
Antes de que termine el invierno —dicen— lanzarán su tercer album de estudio, titulado A pray for us.
Mientras tanto, y para apaciguar una espera que seguramente valdrá la pena, los invitamos a disfrutar de este segundo trabajo de la banda más tóxica del panorama porteño..
Enjoy it, y final feliz para todos...
Luciano Amarillo
aprovechando que luciano mostró un poco de la trastienda de mamushka, cuento brevemente cómo es la concepción de cada uno de estos posts: luciano se ocupa del material, escribe su reseña, me pasa todo, yo pongo el copete inicial y mi reseña, y armo el post. por lo tanto, siempre me ocurre lo mismo: leo la reseña de luciano, no habiendo escrito aún la mía, y encuentro que dice todo o prácticamente todo lo que yo quería decir. que por qué no escribo la reseña antes? paja, amigos. y si cuento esto es porque, también en este caso, luciano ya ha dicho prácticamente todo lo que hacía falta decir de la banda. ya no tengo que hablar de relaciones con ian curtis, con la velvet, no tengo que contar del bonus track, no me gusta hablar de los temas por separado. pero sí quiero ampliar una idea: es obvio (a pesar de ser un lugar común de los sumamente comunes) que final feliz no parece de acá. sino que parece de new york. es más, parece más de new york que el 90% de las bandas neoyorkinas que escuché, por poner una cifra. el disco tiene un sonido crudo, los temas son redondos, el cantante se come la cancha, las guitarras son sencillas y geniales, y la banda va como loco. bajárselo es un must(?). lo vas a escuchar todo el tiempo. domingo, simple man, something, o cualquier otro, te van a venir a la cabeza en cualquier lado.
ése es nuestro tema, nuestro anhelo con esto. queremos difundir bandas que, a pesar de ser de acá, no sean reconocibles como algo de acá. que tengan (y el significado real es mucho menos pedante que la forma que se me ocurre de decirlo) nivel mundial, porque están formadas por gente que se nutrió de música variada y puso eso en acto (lo que nosotros no podemos hacer, no importa cuánto escuchemos, porque somos unos inútiles para tocar). porque a fin de cuentas, que la gente escuche la bersuit es un hecho aislado, y si hay grandes bandas en canadá, escandinavia o australia, por ejemplo, por qué no puede haberlas acá. final feliz está acá, y es una banda del carajo, yo estoy seguro de eso. los podés ir a ver pronto con sólo tomarte un bondi (si vos también estás acá). y eso garpa. en serio.
lele
FINAL FELIZ