BLONDE REDHEAD - "23" (2007)El disco que más esperé en este 2007 lleno de EP's, remixes y compiladitos obvios. Cuatro piernas, una japonesa, dos gemelos italianos y diez canciones componen el séptimo disco de esta banda neoyorquina, que comenzó en el '93 apadrinada por Sonic Youth.
23 es el primer disco producido por ellos mismos. Durante su grabación, según admitieron, no tenían idea de qué rumbo le estaban dando y, claro, sin productores ni nadie que funcione de referí(?) estuvieron constantemente al borde de agarrarse a las piñas. Sea cual fuere el rumbo que tomaron en
23, la aventura concluyó en un disco homogéneo, de melodías cuidadas y bien arregladas. Slowcore, shoegaze, pop y dreampop es lo que vierte de este álbum predecible. Guitarras diluidas, percusiones ingeniosas, y voces que se funden en una constante, sin llegar a ver la luz total del up-beat que emana el denominado pop estándar.
En esta última entrega del trío italo-nipón se puede apreciar que la característica primordial de la voz de Kazu Makino (y ella también) parece haber tomado un nuevo camino, dejando atrás toda la ira y rabia de años anteriores para encauzarlas en la melancolía y el entendimiento, como así también por momentos la estridente y resquebrajada voz de Amedeo. Es que sí, los chicos ya están grandes… Pero a pesar de que los años no vienen solos, Blonde Redhead conserva la frescura y la inquietud de sus integrantes.
AKRON/FAMILY - "Akron/Family" (2005)No son una familia norteamericana tipo, pero funcionan como tal. Su debut homónimo marcó definitivamente otro acierto para Young God Records, quienes ya tenían en su casa avant-garde a Devendra Banhart, The Angels of Light (con los cuales compartieron un split a fines del 05') y Ulan Bator, entre otros. Ninguno de sus integrantes tiene un rol definido, por lo cual abren un espectro inmenso, lleno de colores, texturas y tonalidades que sutilmente se unen a delicadas composiciones líricas dejando entrever el epicentro de su propio mundo. Intuición, caos y sinceridad es lo que vomitan estos cuatro muchachos a lo largo del disco, cada uno se plasma a su modo y eso es lo que da como resultado un sonido post-todo, en el que parecen morir y renacer constantemente. No es un disco apto para todo público, puede que este cuarteto nos exija paciencia, tolerancia y un estómago a prueba de vidrios.
Akron/Family (disco) es una constelación de 14 canciones que logra dejar una estela de introspección en cada uno de los oídos sometidos a este viaje.
Para los que degustaron este disco y los terminó por convencer, pueden seguir conociendo a Akron/Family a través de
Meek Warrior, disco que fue lanzado a mediados de Octubre del 2006. Y de hecho, también podrían esperar
Love is Simple, que estará en sus blogs amigos para Septiembre del corriente año, completando así la trilogía de culto al freak-folk.
M83 - "Dead Cities, Red Seas & Lost Ghosts" (2003)Nicolas Fromageau (guitarras) y Anthony Gonzalez (máquinas) forman un dúo francés nacido en Antibes. Probablemente intentando seguir la línea de estas duplas se les venga a la cabeza Daft Punk y/o Air, pero nada, nada que ver.
Sun is shining, birds are singing, flowers are growing, clouds are looming and I am flying. Así empieza
Dead Cities, Red Seas & Lost Ghosts, segundo disco de M83, lanzado en abril de 2003. A medida que uno pone play y van pasando los segundos es casi imposible no darse cuenta del fuerte apego a My Bloody Valentine, sin embargo este dúo no sólo se quedó con el primer exponente del shoegaze, sino que remarcó también a Mogwai y Sonic Youth como sus coordenadas.
Dead Cities... es un licuado de guitarras distorsionadas, voces computarizadas y viejos sintetizadores que proyectan a cualquiera que lo escuche (y se sienta a gusto) a otra dimensión. Doce temas llenos de energía y psicodelia; pero aún así se presenta con una seriedad implacable que por momentos a uno lo desacomoda, lo intimida y hasta llega a asustar (puede que esto último sólo me pase a mí porque soy medio maricona).
Son 57 minutos progresivos, en los cuales despliegan la habilidad de transportarse de un género hacia otro, de lo-fi a post-rock, de electrónica a shoegaze, de tierra a M83. Ida y vuelta.