Sesenta y nueve, para ser precisos. Y no son canciones de amor tipo las de Chayanne o Ricky Martin. Ni siquiera como las de Luismi, vamos. Estas son canciones de amor de verdad. Canciones elegantes y sofisticadas, himnos pop como Odín manda: de esperanza y desesperanza, alegres y tristes, ideales tanto para depresiones como para esa etapa de enamoramiento, idealización y mariposas (ay). Y lo más increíble es que (más allá de alguna que está de relleno)... están todas buenísimas!
Hoy en día cualquiera lanza un disco con versiones dub de cualquier cosa. Sea Radiohead, Pink Floyd, Stones, Marley o El Club del Clan, ninguno se salva, porque el reggae está de moda señores, y hay que juntar billetes o la industria del disco se va a pique...
Spacemen 3 fue una de las mejores bandas (si no la mejor) que diera la década del 80.
La lógica indica que si juntás un frasco de mayonesa y uno de dulce de leche, invariablemente, obtenés 2 frascos de mierda. Sin embargo, existen contadas excepciones a esta norma de la física del caos(?). Éste disco es una de ellas.
Si hay una banda que ha grabado discos en el medio de miles de quilombos internos permanentes, esa es Mercury Rev.
Y cerramos con una de las mejores bandas (la mejor?) que nos dieran los noventas.Gracias al señor y al dinero de mis padres hoy por hoy puedo echar un solo vistazo al disco duro de mi máquina y encontrar todo lo que estuve escuchando en los últimos meses. Como sé que este es un blog popular, comunista, peronista y demócrata, esto que aquí presento para el disfrute de la querida audiencia son discos que me representan pero no de esa manera profunda y entroncada con el corazón, sino que siento que andan por ahí vivos, que requieren de una mayor promoción, que entroncan con el ánimo de algarabía de estos tiempos o que sencillamente me hacen cantar como un idiota. Y que están en mi disco en este momento. Porque me parece mucho más interesante una fotografía de la manijez en la que vivo hoy por hoy que un trabajo de arqueología mp3sística.
Que los disfruten!
Girls On Top (A.K.A. Richard X) - Greatest Hits Vol. 1 (2005)
Antes de que Richard X fuera “Richard X, productor extraordinario” era sólo un tipo molesto y curioso que se dedicaba a hacer mash ups bajo el seudónimo Girls On Top. O sea: mezclar la letra de una canción con la melodía de otra y darle forma a una canción nueva. En el 2001 sacó 4 singles fabulosos con esta técnica donde se daba el gustazo de mezclar a Whitney Houston con Kraftwerk o Missy Elliott con The Normal. El año pasado salió este vinilo pirata (qué lindo que la reproducción y la comercialización de su música tenga un mínimo de coherencia con la aproximación artística de Richard) con los 4 singles, dos canciones nuevas (“Romance V.3”, Aaliyah vs. OMD, quizás una de las cosas más preciosas que escuché en este ultimo tiempo, y “The White Single”, Fat Truckers vs. The Beatles) y un remix del single que lo lanzaría a la fama “We Don’t Give A Damn About Our Friends”. Es increíble lo original que suena algo que, a priori, no sólo es una de las ideas más simples (y se podría argumentar que estúpidas) que uno se podría imaginar, sino también que comporta un grado supremo de derivación. Y que demuestra que nuestro hombre es más que un productor de moda.
Ideal para escuchar en el preciso instante en que tu doble malvado de una dimensión de antimateria es asesinado por el único superhéroe del planeta.
The Fire Engines - Fond (1992)
The Fire Engines forman parte de la movida escocesa post punk, dividida uniformemente entre Edinburgo (Josef K., los mismos F.E.) y Glasgow (Orange Juice, Aztec Camera) y cuyo principal sello era Postcard Records. Durante su cortísima existencia, los Fire Engines practicaron ese post punk desmañado y casi instrumental, terriblemente filoso y cortante y, por supuesto, neurótico. Publicaron un solo álbum Lubricate Your Living Room el cual, según su manager, era algo así como música de fondo, funcional, para poner antes de salir de joda un sábado a la noche. Luego un par de singles y se separaron. Fond (que, dicho sea de paso, es uno de los mejores títulos de la historia en cuanto a discos que rescatan el ínfimo legado de bandas poco conocidas. La simplicidad gana) es un compilado de principios de los 90 que tiene la mayoría de los lanzamientos oficiales: el disco, singles, etc. Y en algo estaban cuando decían que era música para lubricar tu living room, deslizante y energética, que da suficiente cancha para interpretar el título como uno quiera.
Ideal para una tarde de sábado entre las 7 y las 10, cuando ya la promesa de la tarde se desvaneció pero falta aún para la emoción de la noche y somos presas de una extraña melancolía.
Slagsmalsklubben - Sagan Om Konungens Arsinkomst (2004)
En un año que ha sido predominantemente sueco (Le Sport, Lo-Fi-Fnk, Acid House Kings, The Legends, Sambassadeur, et al) los que sobresalen cuerpo, hombros y dedo pulgar por sobre el resto son los enfermos de Slagsmalsklubben. Como ellos mismos se describen “6 hombres con sintetizadores analógicos”. Sintetizadores que utilizan como si estuviesen creando la música para el próximo Mario o Sonic. Y que confirma mi teoría de que la nerdad bien cultivada siempre va a ser un regalo a la humanidad. No se puede creer lo geniales que son estos tipos. No, en serio. Yo sé que soy exagerado, pero estoy seguro de que ésta es la música de la felicidad. En un mundo donde todos tenemos 3 vidas y los enemigos son hongos. O dragones. O animalitos robóticos. Y donde todos llegamos a la final.
Ideal para escuchar en la incómoda situación de ser secuestrado por una raza avanzada de alienígenas y tener que participar en un concurso de boxeo (u otro deporte cuyo objetivo sea dejar inconsciente al oponente) por el destino de todo el planeta tierra.
King Tubby - Dub Gone Crazy (The Evolution of Dub at King Tubby's 1975-1977) (1995)
Yo sé que es un lugar común decir que el verano es para escuchar música jamaiquina, pero me parece que hay algo en lo que se relacionan mucho el verano y la música negra en general y es en que ambos tienen groove. Esa cosa inasible y prácticamente inexistente en demasiada música blanca (y lo mal que hacen). La repetición, los bajos que te golpean el pecho, la batería mínima pero justa, la sensación de que uno puede bailar ese mismo tema durante horas, sin cansarse en lo mas mínimo, sin parecer un idiota, incluso sintiendo que la música hace que uno baile mejor, con más ritmo, con más cancha y hasta moviendo las caderas con onda. Como esos días de verano magníficos en los que la salida a las 3 de la tarde a tomar una coca se convierte alrededor de las siete en una reunión en casa de amigos con porro y películas y luego, cerca de las 10, “por qué no compramos unas birras” y llamamos a dos o tres más, de golpe hay una fiesta en la otra punta de la ciudad y ahí estás pero al final terminas en el cerro escuchando música desde el auto de un amigo y bebiendo más cerveza y fumando más y en ese cassette no me digas que te imaginás algo mas apropiado que King Tubby.
Ideal para escuchar si uno vuelve en el tiempo y toma el té con Winston Churchill.
James Brown - Live At The Apollo (1963)
¿Si Johnny Cash tiene su Folsom Prison por qué James Brown no puede tener su Apollo? Esto es clase, señoras y señores. Esto es el documento no adulterado, tomado como lo vivió la multitud enardecida esa noche, de una actuación consagratoria. Esto es una clase magistral de manejo del público, de sangre, sudor y soul. Esto es el disco que cimentó la carrera de James Brown como el más grande entertainer sobre la faz de la tierra. Esto, señores, es lo que tantos artistas populares buscan toda su carrera y si tienen suerte, quizás lleguen a admirar una punta de tacón brillante de James (de sus zapatos siempre lustrados). Esto, compañeros, es la razón por la cual nosotros, meros mortales, no deberíamos subirnos nunca a un escenario.
Ideal para escuchar siendo prisionero durante la Guerra Franco Prusiana.
Los Chicles - Demos Disco Doble
En un lugar desolador y aburrido, opresivo y polvoriento, conservador y deprimente, Los Chicles fueron nuestra banda. Capaces como nadie de aglomerar un zeitgeist, una sensibilidad, un sonido y una identificación generacional, Los Chicles siguen siendo hasta el día de hoy lo mejor que salió de San Miguel de Tucumán. Es terrible pensar que algo tan hermoso, ganchero y significativo no sea más popular en el mundo entero. Patricio siempre decía que su objetivo era ser como un beatle, que las chicas lo persigan por la calle y los discos lleguen a oro o platino. Que tengan que cancelar las giras (que nunca tuvieron). Por eso yo, como un minúsculo intento de retribuirle todos los momentos felices que han musicalizado sus canciones, todos los días que he tarareado una melodía suya o que me ha conmovido una letra, he emprendido la tarea de predicar el evangelio Chicle a todos aquellos que quieran escucharlo. Hasta el momento han conquistado los corazones de todas aquellas personas a las que se los he pasado. Y hoy, desde esta tribuna privilegiada, hago escuchar mi plegaria una vez más: bájense este disco, escúchenlos, escúchenlos, escúchenlos. En una maniobra típicamente chiclesca, lo más lindo que hicieron nunca no fue editado: estas canciones, destinadas a un disco doble en medio de cuya grabación se separaron. Son hermosas y hasta hay demos de canciones solistas de Pato. En un mundo más justo ocuparían un lugar al lado de Pavement o Guided By Voices. Todos tienen banda ancha y tiempo libre. Bájense este disco que les prometo van a ser más felices.
Ideal para escuchar todos los días como si fuese el fin del mundo.
la otra vez dario posteó space ritual, ese gran disco en vivo de esta banda pionera del heavy, y que en ese momento integrara lemmy kilmister. éste es el disco de estudio inmediatamente posterior a aquél, sin dudas otro discazo también. hawkwind puro, están las guitarras al palo de siempre, y también ese gusto por el mellotron, para asegurarse de que no se trate sólo de música pesada, sino también de psicodelia, aparejada con la imaginería espacial y sci-fi que siempre le gustó a estos muchachos. lemmy, que no era el líder ni cosa que se le parezca, pero es sin duda el más notorio desde nuestro lugar en la historia, dejaría la banda al año siguiente, mientras que los demás seguirían cambiando constantemente de formación hasta el día de hoy, en que aún siguen generando releases nuevos. el esplendor, sin embargo, ya pasó hace mucho. y es que el esplendor de hawkwind, por si no había quedado claro, estaba acá.
kyuss es pionera de lo que dio en llamarse 'stoner rock', un estilo que, de algún modo, venía existiendo desde la época de bandas como precisamente hawkwind o sabbath, pero que quizás gracias a ellos se empezó a denominar como una corriente en sí misma. kyuss se forma en 1990, combinando estas influencias, y pronto saca su disco debut, que pasa totalmente desapercibido. pero al año siguiente, y con nuevo productor, kyuss saca este discazo, y ahí sí empieza a llamar la atención del under metalero. es incierto para mí en qué momento se le empieza a llamar 'stoner-rock' a esto; a kyuss, por su parte, le quedaría por delante otro buen disco en el 94, y un intento bastante más fallido en el 95, momento para el cual ya todos sus miembros estaban con sus propios problemas, llevando a que la banda se disolviera definitivamente en el 97. después de eso, admitamos que, si bien el stoner no llegó nunca a ser un estilo 'mayor', y que estos chicos no se llenaron de plata, el único consuelo que les queda es haber sido la piedra angular de este estilo. justamente con este disco, que suena de puta madre.
y como te decía que el stoner nunca llegó a ser una movida muy importante, no es tan extraño que una de las bandas del estilo más importantes en actividad, sea argentina, y a pesar de eso, acá no se le dé toda la bola que (te aseguro) se merecen. por eso rompo nuestra regla tácita de no postear bandas locales (excepto las independientes, obvio), para que si alguien todavía no se enteró de cómo suenan estos pibes, lo vaya haciendo. es cierto que quizás corsario negro (2001) encajaría mejor en esta tríada, teniendo en cuenta su sonido. y obvio que también es un discazo. pero si pongo éste, es no sólo porque es mi disco favorito de ellos, que además en mi opinión son la mejor banda de este país, sino también porque, y recordemos que siempre se trata de mi opinión, es el mejor disco de la historia del rock nacional (bah, no se me ocurre ningún otro que le dé pelea).